Día 6. Cómo hackeé mi entorno para tener más fuerza de voluntad
Lo que aprendí cuando dejé de depender solo de mi motivación y empecé a diseñar mis espacios para ayudarme a cumplir lo que quiero.
“No tienes que ser una persona disciplinada, solo necesitas un entorno que haga fácil hacer lo correcto y difícil hacer lo equivocado.”
— James Clear
Durante años creí que el secreto estaba en tener “fuerza de voluntad”. Me repetía que mañana sí podría resistir la tentación de quedarme en la cama, evitar los dulces o dejar el teléfono. Y claro: al final del día, caía en los mismos viejos hábitos.
Hasta que entendí algo tan simple que parecía ridículo:
no se trata de tener más autocontrol, sino de hacer que el entorno juegue a tu favor.
Mi entorno era mi peor enemigo (y no lo sabía)
Me di cuenta de que la bolsa de papas en la mesa no era “inofensiva”. Si estaba ahí, la comía. Que dejar el celular al lado de la cama era una invitación a perderme en redes nada más abrir los ojos.
Por mucho que quisiera cambiar, estaba rodeado de “disparadores” que me empujaban justo en la dirección contraria a la que quería ir.
Cómo empecé a hackear mi propio entorno
Lo bueno a la vista: Ahora dejo la ropa de ejercicio lista desde la noche anterior. Pongo fruta donde la vea al despertar. Quitarme excusas funciona mejor que intentar convencerme cada mañana.
Lo malo lejos: Ya no compro snacks que no quiero comer. El celular duerme fuera de la habitación. Hice que “pecar” requiera más esfuerzo que hacer lo correcto.
Pequeños recordatorios: Post-its, frases, incluso alarmas: me rodeo de señales visuales para no perder de vista lo importante.
Empecé a notar que, cuando el ambiente está alineado con lo que quiero, la “fuerza de voluntad” ni siquiera es necesaria.
Simplemente ocurre.
Haz la prueba tú también
No se trata de ser perfecto. Todavía hay días que caigo, pero cada pequeño cambio en mi entorno me acerca más a la persona que quiero ser.
Rediseñar tus espacios no es magia, pero sí el mejor atajo que he encontrado para dejar de luchar contra mí mismo.
Preguntas para reflexionar hoy:
¿Qué objetos o situaciones en tu entorno te empujan a repetir los mismos errores?
¿Qué pequeño ajuste podrías hacer hoy para ponerte las cosas más fáciles?
¿Qué tentación puedes alejar, aunque sea solo un poco, de tu rutina diaria?
Desafío personal:
Elige un hábito que quieres construir (o eliminar) y haz un solo cambio en tu entorno hoy. Cuéntame después si lo notas.
Mañana te hablo sobre:
La soledad como fuente de autoconocimiento
Adaptar tu entorno a lo que necesitas, es fundamental
Muy buenos consejos, gracias por compatir Miguel